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Nombre Hispano: Hada de la batalla
Oficial: Valeane The Faerie Battle
Especie: Hada Unica
Elementos: (no se sabe)
Categoria: Heroina
Mundo: Pais de la Hasas
Guerras: (ninguna)
Papel: Enseñar a los Pets a
defenderse.
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Su primera aparicion fue durante la Liga de Hadas, en la cual ella era la maxima
hada a retar, sus habilidades son increiblemente imprecionantes para
el Duelodromo, hoy en dia esta hada salio del anonimato de los Bosques
Encantados a poner una tienda de Armas en el Pais de las Hadas
El hada de la Batalla se le considera como una heroina en neopia, ya que
como se habia mensionado ayuda a los pets a defenderse, se rumora
en tiempos de guerra el hada aparece para darles lecciones de batalla.
Valeane no ha sido la unica Hada de la Batalla antes de ella
existia una hermosa y joven Hada llamada : Aethia esta hada
tal parece esta muerta, ya que en una mision del
Hada de la Batalla se empezo a escuchar su voz diciendo su
nombre : "Valeane" ella seguia su voz por todo el bosque encantado
hasta que despues de un rato llego a un sitio donde esta su espada. Pero la primera Hada de la batalla que hubo fue como un tipo de hada del agua es decir una sirena

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The Battle Faerie
Dificultad: 89
Localizacion: Formerly, 100 Referrals. Retired
Descripcion: The Battle Faerie is the mystical guardian of
the Battle Dome. She was involved in its creation,
and has thousands of years of practice. A very tricky
opponent to beat!
Aparece: Esta se optiene pelendo con todas las hadas,
En su torneo y al final peleas con ella.
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Aethia corrió por el Bosque Encantado, un Hada sola y muy asustada. Sus alas estaban heridas, por lo que no podía volar del suelo al aire frío. Los árboles querían detenerla, bajando sus ramas, arañándola. Muy lejos ella oía el eco de las colinas. Muy lejos, sí, pero no tanto como lo estaban hace media hora. La manada estaba acercándose, y ella estaba cansada, dando pasos cada vez más lentos.
Ella cruzó un río helado congelando sus pies. El lodo hundía sus pies y la hacían aún más lenta. Las ramas arañaban su cara cegándola mientras corría. ¿Qué estaba haciendo aquí? Una búsqueda tonta por algo que había estado perdido por años. Nisiquiera recordaba el porqué estaba allí. Todo lo que podía pensar es en correr - correr de la manada en sus talones.
Fue tonta al venir aquí. Ella era una joven Hada que nisiquiera se había graduado de la Academia de Hadas pero cuando encontró un papel entre las páginas de un viejo libro ella supo que debía resolverlo por su cuenta. Un nombre una pista una espada... perdida hace tanto tiempo casi olvidada por todos los demás. Nadie sabía a donde fue o qué le pasó y muchos temían pronunciar su nombre. Aethia no. Cuando ella encontró el papel dijo su nombre en voz alta.
"Valeane" dijo. El nombre del Hada de la Batalla.
En el papel había un mapa. No muy bueno pues las manchas de agua habían dañado la mayoría pero lo que tenía en sus manos era definitivamente un mapa. El Bosque Encantado. El Árbol de Luto. Un dibujo hecho rápidamente de la espada. ¿Podría ser? ¿Acaso ella la escondió allí? ¿Las dos espadas que blandió cuando se enfrentó al Hada Oscura Fiona? Las espadas que fue forzada a esconder. Nadie supo el porqué pero cuando fue derrotada por Fiona ella desapareció por un tiempo regresando sin sus espadas ni su orgullo. Después desapareció y nunca más fue vista.
Y allí estaba en el Bosque Encantado buscando ese lugar escondido buscando las espadas perdidas esperando llevarlas al País de las Hadas y...
Ella se detuvo sus pies llenos de lodo. Había algo gruñendo enfrente de ella unos ojos rojos que la miraban desde las sombras. Aethia volteó. Más ojos rojos más gruñidos. Volteó en varias direcciones pero oía gruñidos por todas partes. Sacó un pequeño cuchillo hecho de Hadahierro e inhaló aire frío.
"¡Detente!"
La voz sonaba como una daga de hielo cortándo sus oídos. Ella volteó para ver una sombra delgada mirándola desde uno de los árboles torcidos.
"¡Fiona!"
La sonrisa del Hada Oscura era tan afilada como un cuchillo. "Me alegra que te enseñen bien en la Academia" Salió de las sombras mientras los lobos se quedaban donde estaban. "¿Te enseñaron que nunca debes confiar en un Hada de la Oscuridad?"

Aethia sacudió la cabeza. "Me enseñaron todo sobre ti hermana malvada."
"Eres tan educada" Fiona susurró con su voz burlona. "¿Entonces ya sabes lo que le pasa a las pequeñas Hadas cuando merodean el Bosque Encantado?"
Aethia asentió lentamente. "Lo sé."
"Bueno ya que eres tan... educada... te daré una oportunidad." Movió su mano y los ojos rojos y los gruñidos desaparecieron. "Avanza pequeñita." Se acercó a ella poniendo sus manos en sus caderas. "¡Empieza a correr!"
Aethia no dudó. Empezó a correr tan rápido como pudo por el bosque buscando algún lugar donde esconderse de la manada.
Ella corrió. Sus piernas ignoraron el dolor sus manos rompieron muchas ramas que le arañaban la ropa y el pelo. No escuchaba nada detrás de ella pero sabía que estaban cerca. La manada la encontraría al poco tiempo esas criaturas son malvadas. Sólo era cuestión de tiempo.
El lodo jalaba sus tobillos haciéndola hundirse en el suelo. Aethia agarró cualquier cosa para no caerse pero tan pronto como logró liberarse escuchó los gruñidos otra vez.
No había más tiempo.
La luna se asomaba en el cielo alumbrando el Bosque con su luz plateada alejando las sombras.
No había donde esconderse.
Corrió otra vez cayó y trató de levantarse. Después cayó de nuevo en el lodo su corazón latía muy rápido sus piernas se rehusaban a moverse.
"Aethia" una voz dijo. Ella miró hacia arriba esperando ver a Fiona... pero no había nadie allí. Se empujó a sí misma sólo lo suficiente para poder ver hacia el cielo y delante de ella fuera de su bolsillo estaba el mapa que la llevó al Bosque.
Ella miró el mapa después volteó a su alrededor. Un círculo de árboles. Todos inclinados hacia el centro. Un sólo árbol ancho negro por los años y la desesperación. El círculo de árboles inclinados hacia el centro...
¡Allí era!
Estaba en el círculo rodeada de los árboles inclinados. Alguien dijo su nombre. Alguien...
Sus brazos le dolieron mientras se levantaba. El piso estaba húmedo y medio congelado. Se acercó al árbol. Con cuidado. Ella no escuchaba las bestias no le importaba la oscuridad. Sus dedos adoloridos lo tocaron sus labios congelados dijeron el nombre.
"Valeane."
El árbol rugió y ella retrocedió. Sus ramas voltearon y el tronco se abrió una abertura en forma de boca de madera con astillas como dientes. Muy al fondo ella puso ver la luz de la luna en el hierro y sin pensarlo se asomó.
La abertura se cerró y ella apenas y pudo sacar sus manos a tiempo. Una voz gruesa dijo:
"¿Quién eres?" la voz preguntó.

Ella puso su mano en su corazón. "Soy Aethia estudiante de Shyvara hija de Dreeana."
"¿Qué buscas?" preguntó la voz.
Aethia agachó la cabeza. "La espada de la flama y la espada del hielo" ella contestó.
"¿Quién las blandió?" la voz preguntó.
"Valeane" ella dijo con voz suave.
Detrás de ella el sonido de la manada se oía aún más cerca. Miró hacia el árbol sus ojos brillaban ante la luz.
"¿Por qué las buscas?" la voz preguntó.
Aethia se limpió el sudor y el rocío en sus ojos. Ella sabía que su respuesta era importante. Más importante que cualquier otra cosa que haya dicho antes.
"¿Por qué las buscas?" la voz preguntó con tono insistente.
En ese momento otra voz habló justo detrás de ella. "Ten cuidado" le dijo fría y cruel. "Si contestas de manera incorrecta el árbol te devorará."
Aethia no tuvo que voltear para saber quien estaba detrás de ella. Ella escuchó a la manada gruñiendo en la orilla del círculo.
"¿Por qué las buscas?" la voz preguntó por tercera vez. Tres es el número mágico pensó Aethia. No esperaré a la cuarta vez.
"Para enseñar a otros a protegerse a sí mismos" ella dijo.
Detrás de ella escuchó a Fiona maldecir en la lengua de las Hadas. La voz le dijo: "Eres digna" le dijo. Las espadas brillaron una plateada como el hielo y la otra roja como el fuego. Las tomó con sus manos y la espada plateada le congeló los dedos mientras la roja se los quemaba pero no las soltó. A pesar de el dolor en sus manos y en sus dedos Aethia no las soltó. En lugar de eso volteó y miró a Fiona con las espadas en sus manos.
"¡Las he encontrado!" ella dijo viendo la reflexión de sus ojos en los de la Hada Oscura. Uno de sus ojos era plateado el otro rojo igual que las espadas.
El Hada Oscura retrocedió un paso. Después otro. "Las encontraste" dijo amargamente "¡ya veremos por cuanto tiempo puedes tenerlas!"
La manada se acercó al círculo pero las espadas se movieron en sus manos como si tuvieran voluntad propia. Ella las guió y ellas la guiaron. Juntas enfrentaron la manada y los hicieron caer uno por uno.
"¡Basta!" gritó Fiona y la manada retrocedió. "Haz encontrado las espadas" ella dijo desapareciendo en la oscuridad. "Pero tus predecesores también las tuvieron. Ella falló al no descubrir el secreto y fue juzgada como no digna. Ya veremos cómo te va a ti..."
La manada también desapareció dejando a Aethia sola en el círculo. "¿Qué quiso decir?" ella preguntó pero no había quién le conteste. Aethia miró las espadas; lo que estaba escrito en lengua de Hadas era viejo y difícil de traducir.
¡Un acertijo! ella pensó. Eso es lo que ella quería decir. Las espadas son un acertijo.
"Así es" dijo la voz detrás de ella. Ella volteó hacia el árbol y vio una hermosa y fantasmal figura parada allí. "Si no resuelves el acertijo las espadas no te servirán."
Aethia cayó de rodillas pero el fantasma sacudió la cabeza. "No" ella dijo. "Yo no soy digna de esto. Tú tal vez lo eres." El fantasma tocó la barbilla de Aethia y estaba tan fría como unas cadenas de hierro. "Ve" ella dijo. "Ve y encuentra el secreto de las espadas."
Cuando Aethia levantó la mirada el fantasma ya no estaba allí.
"Lo haré" ella dijo dejando correr una lágrima. "Juro que lo haré."

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hada de Batalla:
Tienes que derrotar a un Oponente en el Duelodromo en Modalidad para 1 Jugador, al terminar el encuentro Actuliza hasta obtener el avatar. Es Recomedable peliar contra Balthazar Inflable..
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